Cómo está innovando Canberra contra la contaminación lumínica
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En la capital australiana, los equipos de Omexom están gestionando la sustitución de farolas por luminarias led “inteligentes”, lo que ya ha permitido reducir en un 50% el consumo de energía. Junto con la Escuela de Investigación en Astronomía y Astrofísica de la Australian National University, están trabajando para cuantificar el efecto de este proyecto de smart lighting o iluminación inteligente en la contaminación lumínica.
En 2016, los científicos estimaban que alrededor del 80% de la población mundial vivía bajo un cielo contaminado por la luz, por lo que la Vía Láctea había dejado de ser visible para un tercio de la población. El único rayo de esperanza es que, a diferencia de otros contaminantes como el CO2 o el plástico, la contaminación lumínica no persiste una vez eliminada su fuente. La buena noticia es que la tecnología actual ofrece la posibilidad de disminuir esta contaminación gracias a luminarias led.
Al concentrar la dirección de la luz en un solo punto, estas luminarias ofrecen una mejor calidad de distribución y evitan las “fugas” y el derroche de luz. También están disponibles en una gama de temperaturas de color (las luces led más cálidas producen menos contaminación lumínica que las más frías) y muchas de ellas están dotadas de control “inteligente”.
Iluminación adaptativa
Este tema está en la agenda de numerosas metrópolis, como Canberra, con el proyecto Australian Capital Territory (ACT) Smart Lighting. En este caso, Omexom se adjudicó el contrato de la red de alumbrado de la capital australiana. Muchos de los sistemas de alumbrado de Canberra han sido sustituidos por luminarias led inteligentes, en el marco de una solución de suministro regulada por un contrato de rendimiento energético.
“Desde hace más de seis años, estamos trabajando en tres ámbitos principales”, explica Michael Rosetta, Business Development Manager de J&P Richardson Industries (anteriormente General Manager de ACT Smart Lighting Business Unit): “la reducción de las emisiones gracias a una eficiencia energética garantizada (toda una novedad en las redes de alumbrado) mediante la sustitución de luminarias por tecnología led; el mantenimiento y la explotación de la red durante toda la vigencia del contrato, con unas 10.000 reparaciones anuales, y la implementación de un sistema de comunicación y de control de alumbrado inteligente (Smart Lighting Backbone)”.
El principio: desplegar la iluminación adaptativa mediante el sistema de control de alumbrado inteligente, que atenúa o aumenta la luminosidad de las farolas en función de las necesidades. La ejecución global del contrato de rendimiento energético ha requerido una combinación de conocimientos especializados y de mano de obra en Omexom, junto con el apoyo de los fabricantes de equipos y subcontratistas.
“El sistema de alumbrado inteligente consiste en una red de comunicación en malla formada por 43 puntos de acceso y 29.000 controladores de puntos de luz inteligentes”, explica Michael Rosetta. “Esta red permite a los controladores comunicarse entre sí y con el punto de acceso, creando de este modo una sólida red de comunicaciones”.
La instalación de un sistema de estas características comportó múltiples retos: reparar más de 3.500 fallos heredados de la antigua red y comprar e instalar 40.000 luminarias led y 24.000 controladores de puntos de luz inteligentes en 24 meses, en medio de una escasez de componentes electrónicos a escala mundial a causa de la pandemia de COVID-19.
Ahorro de energía
El sistema ACT Smart Lighting ha permitido ya reducir en más de un 50% el consumo de energía gracias a la sustitución de las luminarias por tecnología led (el 70% de la red ya está equipada con esta tecnología).
“Gracias a la iluminación adaptativa, el rendimiento luminoso se ha reducido del 100% al 70% entre las 23 horas y las 5 horas, con una reducción adicional del 15% del consumo de energía y de las emisiones anuales. En cuanto al alumbrado dinámico, que proporciona iluminación según las necesidades, permitirá un ahorro aún más importante”, asegura el Business Development Manager de J&P Richardson Industries.
Y eso no es todo. Los sistemas de iluminación inteligentes como los instalados en Canberra permiten reducir todavía más el consumo de energía y las emisiones gracias a funciones como el rendimiento luminoso constante y el ajuste.
Gracias a la iluminación adaptativa, el rendimiento luminoso se ha reducido del 100% al 70% entre las 23 horas y las 5 horas”.
“Los controles de rendimiento luminoso se refieren a la activación de un parámetro que mantiene este rendimiento constante a niveles de cumplimiento durante la vida útil del equipo, aumentando progresivamente la potencia para compensar su depreciación con el paso del tiempo. En cuanto al ajuste, hace referencia tanto a la optimización de los tiempos de encendido y apagado como al ajuste permanente del exceso de iluminación más allá de los requisitos de cumplimiento”, explica Michael Rosetta.
Reducción de la contaminación lumínica
¿El proyecto ACT Smart Lighting ha reducido los efectos de la pérdida vertical de luz en el cielo oscuro de Canberra? Omexom y la Escuela de Investigación en Astronomía y Astrofísica de la Australian National University (ANU) están trabajando juntos para cuantificarlo.
Los datos que proporcionó la Escuela mostraron una reducción de entre el 30 y el 50% de la luminosidad del cielo directamente relacionada con el programa de sustitución de luminarias por tecnología led. La atención se centró entonces en la cuantificación del efecto de la iluminación adaptativa a través del sistema de alumbrado inteligente en la reducción de la contaminación lumínica. Un estudio llevado a cabo con el apoyo de la Escuela de Investigación en Astronomía y Astrofísica de la Australian National University (ANU) durante un periodo de seis meses a partir de enero de 2024 cuantificó que por cada 10% menos de potencia luminosa, se reduce en un 5% la contaminación lumínica (pérdida de luz hacia arriba). Así pues, la iluminación adaptativa permite reducir las emisiones en un 65% (emisiones de gases de efecto invernadero y de luz).
“La demanda de sistemas de iluminación inteligentes está aumentando en todo el mundo y la iluminación adaptativa se está implementando de forma gradual. Las normas internacionales de Europa y América del Norte van en la misma dirección. Omexom Australia está incentivando la adopción de la iluminación adaptativa para reducir costes, pero también, y sobre todo, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación lumínica”, concluye Michael Rosetta.
16/01/2025