Para participar en la transición energética, el sector de la construcción debe reducir su huella de carbono. Pero ¿cómo se calcula la huella de carbono de un edificio?
Cómodamente instalados en nuestras oficinas, ¿nos hemos planteado alguna vez si el edificio en el que nos encontramos está bien aislado, con qué materiales fue construido, de dónde provienen dichos materiales, en qué tipo de terreno (natural o agrícola) se erige o qué consumo energético requiere?
Son muchas las preguntas que no puede seguir eludiendo el sector de la construcción, uno de los principales emisores de CO2 (que, por poner un ejemplo, genera por sí solo entre el 25 y el 30% de la huella de carbono total de Francia).
La aplicación a partir del 1 de enero de 2021 de la nueva normativa medioambiental RE2020, encaminada a disminuir el impacto del carbono de los nuevos edificios y a mejorar su eficiencia energética, cambiará significativamente la situación.
“De una normativa que hasta la fecha se centraba casi solo en el consumo energético, pasaremos a una normativa medioambiental que englobará tanto los equipamientos integrados en el edificio y el impacto de la obra propiamente dicha como el consumo de agua y energía del inmueble durante una teórica vida útil de cincuenta años”, señala Pierre Blanchet, responsable de Innovación de Building Solutions en VINCI Energies.
En otras palabras, a partir de ahora, para medir el impacto de un edificio en el cambio climático se tendrá en cuenta la totalidad de su ciclo de vida.
Una medición que sigue sin ser perfecta
La huella de carbono de un edificio toma como unidad de medida el kg de equivalente de CO2, es decir, la cantidad expresada en kilos equivalente al dióxido de carbono de los principales gases de efecto invernadero (metano, monóxido de nitrógeno…), cuyo CO2 representa cerca del 40% del efecto invernadero.
“Como empresa de servicios integrales, VINCI Energies debe preocuparse por el impacto de sus proveedores”, señala David Merienne, director de Cegelec Tertiaire IDF.
“Después del coste, el plazo y la calidad, el medio ambiente se impondrá como una nueva obligación ineludible”.
A diferencia de otros materiales de construcción, las instalaciones técnicas (fontanería, climatización, calefacción, ventilación, ascensores…), que son el centro de la actividad de VINCI Energies, son objeto de un sistema de evaluación para medir su impacto. Aún son pocos los fabricantes que dan a conocer la huella de carbono de sus productos.
Sin embargo, las instalaciones técnicas representan del 30 al 40% de la huella de carbono de un edificio y alrededor del 3% del total de las emisiones de carbono de Francia. Teniendo en cuenta que el objetivo de la Unión Europea es alcanzar la neutralidad en carbono en 2050 (Going Climate Neutral in 2050), es urgente abordar la cuestión del impacto medioambiental de los edificios.
Anticiparse mediante herramientas ad hoc
“En el marco de su compromiso de rendimiento global, el Grupo VINCI ha decidido anticiparse a la normativa para medir de forma más precisa el impacto de las partidas técnicas. De todas formas, en última instancia, su contribución también se medirá, puesto que ese es el sentido de la regulación”, indica David Merienne.
“Es cierto que ya existen algunas etiquetas, como ‘edificio BBCA‘ (edificio bajo en carbono) o E+ C-, pero los promotores, que cada vez están más interesados en estas cuestiones medioambientales, reclaman herramientas de medición eficaces para poder establecer de modo más preciso los resultados de la huella de carbono de sus proyectos”, añade.
Son varias las herramientas de cálculo que se han diseñado internamente en VINCI Energies o cuya creación está a punto de completarse. “La idea es ir añadiendo, en una aplicación específica, los factores de emisión de los productos o las clases de energía según criterios estandarizados, con el fin de evaluar las distintas soluciones disponibles en función de su huella de carbono, teniendo en cuenta su renovación, puesto que se calcula que la vida útil de un edificio es de cincuenta años”, especifica Pierre Blanchet.
Para el responsable de Innovación de Building Solutions en VINCI Energies, “después del coste, el plazo y la calidad, el medio ambiente se impondrá como una nueva obligación ineludible”. Una limitación a la que debemos anticiparnos de la mejor manera posible.
05/06/2020