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El hormigón bajo en carbono ofrece la posibilidad de descarbonizar el sector de la construcción. Aunque sus características específicas todavía pueden suscitar dudas sobre su uso, sobre todo entre los promotores, su utilización continúa extendiéndose. Nos lo explica Bruno Paul-Dauphin, director de las soluciones de hormigón bajo en carbono Exegy® de VINCI Construction.

¿Qué potencial de descarbonización del sector de la construcción tiene el hormigón bajo en carbono?

Bruno Paul-Dauphin. Ante el imperativo de cumplir en 2050 con los objetivos de neutralidad en carbono establecidos en la Estrategia Nacional de Bajas Emisiones de Carbono (SNBC, por sus siglas en francés), es urgente replantearse los métodos de construcción y el uso de materiales como el hormigón.

¿Y en VINCI Construction en concreto?

B. P-D. En cuanto a VINCI Construction, el hormigón representaba alrededor del 25% de las emisiones de CO2 del alcance 3 en 2019. Nuestro objetivo es reducir en un 20% las emisiones indirectas y utilizar un 90% de hormigones bajos en carbono en nuestros proyectos de aquí a 2030. Estamos convencidos de que el hormigón sigue siendo uno de los mejores materiales de construcción del futuro, siempre que se reduzca su huella global y, en particular, su contribución al calentamiento del planeta. Por eso, en VINCI Construction desarrollamos desde 2020 soluciones de hormigón bajo en carbono denominadas Exegy®, que permiten reducir significativamente las emisiones de CO2 del hormigón manteniendo unas propiedades de resistencia y durabilidad equivalentes a las del hormigón tradicional. En 2023, el 50% del hormigón utilizado por VINCI Construction en la obras francesas de edificación e ingeniería civil era bajo en carbono.

¿Cuál es la diferencia entre hormigón bajo en carbono, muy bajo en carbono y ultrabajo en carbono?

B. P-D. Antes que nada, hay que recordar que el hormigón bajo en carbono se fabrica sustituyendo total o parcialmente el clínker del cemento, con una huella de carbono muy elevada, por aditivos minerales con bajas emisiones de CO2. Estos sustitutos son principalmente escorias de alto horno, cenizas volantes, filler calizo, arcillas calcinadas y humo de sílice. Con el fin de disponer de referencias en materia de emisiones, algo que no existía en el mercado, VINCI Construction elabora desde 2020 una tabla que fija sus estándares Exegy® para el hormigón estructural común (tipos de resistencia: de C20/25 a C30/37) en menos de 200 kg de CO2 por metro cúbico para el hormigón con bajas emisiones de carbono, en menos de 150 kg para el hormigón con muy bajas emisiones de carbono y en menos de 100 kg para el hormigón con emisiones ultrabajas de carbono.

“El objetivo es utilizar un 90% de hormigones bajos en carbono en nuestros proyectos de aquí a 2030”

¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de los sustitutos del clínker?

B. P-D. Exegy® otorga la misma importancia al desempeño técnico del hormigón que a su baja huella de carbono. Aunque la escoria de alto horno se utiliza por su buena resistencia a las agresiones químicas y a los iones de cloruro en el medio marino, su desempeño mecánico es equivalente, o incluso mejor, que el del cemento. Más que su bajo contenido en carbono, han sido las características técnicas ―sobre todo el bajo calor de hidratación* ― de las escorias y las cenizas volantes las que han avalado su uso. Como hoy en día estos materiales están muy solicitados, cada vez son más escasos y más caros, por lo que VINCI Construction está apostando por otros aditivos, como el filler calizo. Poco reactivo al contacto con el agua, cuando se une en una proporción mucho mayor al clínker y a materiales ultrafinos como el metacaolín, las arcillas calcinadas o el humo de sílice, resulta un aglutinante de gran calidad a un precio competitivo y disponible en grandes cantidades tanto en Francia como en el resto del mundo. La baja proporción de clínker en estos aglutinantes bajos en carbono afecta a la resistencia temprana del hormigón y requiere una mayor vigilancia de la fluidez y la viscosidad de este innovador hormigón. Gracias a los expertos del laboratorio de Marolles-en-Hurepoix, VINCI Construction utiliza desde hace varios años fórmulas con menores emisiones de carbono. Estos expertos están trabajando para limitar estos inconvenientes en las obras que utilizan nuestras soluciones.

¿Qué cambios implica la adopción de soluciones con bajas emisiones de carbono?

B. P-D. El hormigón bajo en carbono supone un cambio de paradigma. Nos obliga a repensar nuestros métodos, ya que tarda más tiempo en fraguarse. Cuando hace frío, los trabajadores de VINCI Construction prevén un tiempo de desencofrado más largo, ajustando su programa de trabajo. En algunos casos también habrá que adaptar los equipos, por ejemplo utilizando elementos de encofrado calefactados para acelerar el fraguado, una técnica inspirada en los países nórdicos, acostumbrados a inviernos duros. En Francia, el hormigón bajo en carbono se puede utilizar en todas las épocas del año. En cambio, el hormigón muy bajo en carbono requiere de un acompañamiento térmico durante el invierno, por ejemplo mediante el uso de agua caliente para producirlo. En cuanto al hormigón ultrabajo en carbono, es complicado usarlo en invierno y requiere, incluso en verano, calentar el agua.

¿El hormigón bajo en carbono puede utilizarse en todos los casos?

B. P-D. Puede utilizarse para todo tipo de estructuras de hormigón vertido en obra y se adapta perfectamente al hormigón prefabricando. En cambio, las soluciones bajas en carbono aún no son lo suficientemente robustas para el hormigón pretensado o el hormigón proyectado, que requiere un fraguado rápido.

¿Cuáles son los próximos pasos para generalizar la fabricación de hormigón bajo en carbono?

B. P-D. VINCI Construction apuesta en primer lugar por el hormigón bajo en carbono y el muy bajo en carbono. En Francia, la dinámica ya está en marcha, y en las obras de las divisiones Construcción Francia e Ingeniería Civil Francia de VINCI Construction el 50% del hormigón utilizado ya es bajo en carbono. En el extranjero es más complicado, ya que las normas son más conservadoras, la reglamentación no tiende a incentivar tanto, la conciencia ecológica a veces está menos presente y la sensibilización es, en todo caso, menor. Algunas regiones del mundo también se enfrentan a obstáculos logísticos, ya que deben transportar los sustitutos del clínker a grandes distancias, lo que plantea cuestiones sobre el coste y las emisiones de carbono. Por último, el factor humano sigue siendo una variable ineludible. No hay que pasar por alto la resistencia al cambio, a veces en las propias obras, pero sobre todo entre nuestros proveedores y clientes. De todas formas, estamos inmersos en una transformación del acto de construir que requiere una profunda adaptación de nuestras actividades y la convicción compartida por todos los actores de la construcción.

* El calor de hidratación en el hormigón desempeña un papel esencial en la aparición de tensiones térmicas y la formación de las consiguientes grietas.

 

17/10/2024