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El proyecto europeo Extremely Large Telescope estará operativo en 2027 en Chile. Ahora es el momento de realizar, sobre todo en Francia, las operaciones de pulido de su espejo XXL. Actemium Maintenance Ouest Centre pone a disposición su experiencia, por cuenta de Safran.

Cuanto mayor es este espejo, mayor es también su poder de resolución. El del ELT mide 39 metros de diámetro. Lo nunca visto.

Cuanto mayor es este espejo, mayor es también su poder de resolución. El del ELT mide 39 metros de diámetro. Lo nunca visto.

Será el mayor telescopio del mundo, con un volumen ocho veces mayor al Arco del Triunfo, pero sobre todo con una resolución nunca vista hasta la fecha. Y es que el ELT (Extremely Large Telescope) debe poder ver muy lejos, observar los cúmulos estelares mucho más allá de nuestra galaxia y sondear el nacimiento de los sistemas planetarios para ayudar a comprender cómo se formó el actual universo.

Realizará esta proeza tecnológica desde el norte de Chile, concretamente en el Cerro Amazonas, una montaña de 3.000 m de altura en el desierto de Atacama. El entorno ofrece unas extraordinarias condiciones de observación: casi 330 noches despejadas al año, una gran estabilidad del aire y una absoluta sequedad de la atmósfera, lo que la hace transparente a la radiación infrarroja.

El principal espejo del telescopio constará de 798 espejos de 1,40 m cada uno.

La potencia del ELT equivale a la que producirían los dieciséis mayores telescopios que funcionan actualmente en el mundo. Su secreto: el espejo primario. Cuanto mayor es este espejo ―su superficie colectora de luz―, mayor es también su poder de resolución. El espejo principal del ELT mide 39 metros de diámetro. Lo nunca visto. A título indicativo, el error aceptable de precisión de cada segmento hexagonal no superará los 10 nm, lo que equivale a la relación dimensional entre una mariquita y toda la superficie de Francia.

Carrera por la potencia… y a contrarreloj

El proyecto fue lanzado por el European Southern Observatory (ESO), organización intergubernamental integrada por 16 países líderes en el ámbito de la astronomía. Para Europa, hay mucho en juego, tanto a nivel político como científico. Al mismo tiempo, se están poniendo en marcha muchos otros proyectos de instalación de telescopios ultragigantes en todo el mundo, como el Thirty Meter Telescope (30 m de diámetro) o el Giant Magellan Telescope (25,4 m), ambos estadounidenses.

Una carrera por la potencia, pero también una carrera contrarreloj. Mientras que el TMT debería entregarse a Hawái en 2030, el ELT debería estar operativo a partir de 2027. Para las empresas que se han embarcado en este proyecto europeo, con un valor de unos 1.300 millones de euros, la capacidad de cumplir con los plazos es, cabe imaginar, un elemento esencial del pliego de condiciones.

Safran Electronics & Defense, especialista en programas de optrónica, aviónica y electrónica de guiado, se adjudicó el pulido y la integración de los espejos: en realidad, el espejo principal del telescopio constará de 798 espejos hexagonales de 1,40 m cada uno, más 133 espejos de repuesto. Así pues, Safran debe garantizar el pulido de 931 espejos en total. Las operaciones se iniciaron en 2020, en un edificio especialmente construido en Saint-Benoît, cerca de Poitiers.

Una veintena de máquinas implicadas

Del pulido, etapa crucial y meticulosa, depende la precisión del telescopio. Por tanto, el proceso comprende una serie de etapas tecnológicamente muy avanzadas, desde el prepulido a la limpieza, pasando por el esmerilado, el lustrado y el fresado iónico. Se encargan de estas operaciones una veintena de máquinas en total, que funcionan de forma robotizada o por control digital.

Actemium Maintenance Ouest Centre, una empresa de VINCI Energies especializada en el mantenimiento industrial, está a cargo del mantenimiento preventivo y correctivo de los equipos de pulido en toda la cadena de producción. “Cada pieza manipulada por las máquinas cuesta varios cientos de miles de euros. Ni decir tiene que queda descartada la más mínima avería“, destaca Maël Lafaurie, responsable de negocios en Actemium Maintenance Ouest Centre.

Para convencer a Safran, la empresa diseñó una oferta llave en mano que combina la digitalización de los procesos con la elaboración de un plan de mantenimiento, el establecimiento de las gamas, la definición del stock de piezas de recambio y el mantenimiento operativo. Y todo ello teniendo en cuenta las limitaciones que los ritmos de producción imponen a la integración, la puesta en marcha y la disponibilidad de los equipos. “Además, realizamos numerosos controles metrológicos y garantizamos el mantenimiento de las máquinas de control“, añade Baptiste Champalou, responsable de los tres técnicos de Actemium que trabajan a tiempo completo en las instalaciones de Saint-Benoît. El contrato entró en vigor en septiembre de 2019 y está previsto que finalice en 2024.

 

15/02/2023