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Desde 2015, la undécima mayor área urbana de Francia está desarrollando una estrategia de gestión inteligente, empírica y ágil de los datos para mejorar la vida de los ciudadanos y la utilización de los recursos.

Los datos recopilados por los 1.500 sensores repartidos por toda la ciudad se tratan y seguidamente se consolidan en un hipervisor central.

Los datos recopilados por los 1.500 sensores repartidos por toda la ciudad se tratan y seguidamente se consolidan en un hipervisor central.

A menudo se presenta Aix-en-Provence como una localidad pionera en la gestión de datos. Este municipio de 145.000 habitantes (diez veces más si se tiene en cuenta el área metropolitana) no solo puso en marcha su programa de smart city en 2015, sino que este es probablemente uno de los pocos proyectos territoriales que se han ejecutado completamente, construyéndose y creciendo con el tiempo de acuerdo a una lógica de despliegue progresivo y meditado.

La ciudad debe este resultado a un enfoque metodológico guiado por el pragmatismo, liderado por un conjunto de socios en torno a Netsystem para la consultoría, una veintena de start-ups para la innovación, y Axians para la integración. Y con el respaldo de una importante asignación presupuestaria. En 2022, el presupuesto para la smart city ascendió a 600.000 €, gracias sobre todo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). En 2023, la ciudad espera poder superar el millón de euros.

Aix-en-Provence ha adoptado un enfoque ágil desplegando una plataforma de datos global para gestionar mejor su territorio

El proyecto de ciudad inteligente de Aix-en-Provence empezó con una larga fase de estudios. De 2015 a 2018, se examinaron una veintena de proyectos, y al final se seleccionaron cinco ámbitos de uso: alumbrado público inteligente, calidad del aire, residuos, seguimiento del flujo peatonal y seguridad. En una segunda fase, de 2019 a 2021, se probaron las PoC (pruebas de concepto) y se realizaron los ajustes necesarios. Finalmente, en 2022 se inició la tercera fase, consistente en la materialización del proyecto.

Enfoque empírico y ágil

Este progreso paso a paso no habría sido posible sin un modelo económico basado en contratos subsiguientes. “La ciudad de Aix-en-Provence ha optado por un presupuesto abierto para facilitar el impulso y el despliegue pragmático de los casos de uso, a medida que vamos aprendiendo. Trabajamos por definición en áreas experimentales, donde rápidamente nos dimos cuenta de que los esquemas programáticos hiperestructurados y las asignaciones presupuestarias precisas resultaban ineficaces. Avanzando paso a paso, hemos podido realizar ajustes y reconsiderar algunas decisiones inadecuadas”, explica Cláudia Cristóvão, International Business Development Manager en Axians.

Tras dieciocho meses de estudios, la solución que inicialmente se había escogido para la plataforma de supervisión se sustituyó por la de la empresa de software PTC. Otro reajuste empírico: el despliegue por parte de Axians de una red LoRa privada en 1. 600 hectáreas del municipio. En cuanto a la medición del flujo de peatones, se dejó de lado la wifi en favor de las cámaras de recuento.

Ante todo, este enfoque ágil ha permitido integrar nuevos ámbitos de uso a partir de los cinco primeros ámbitos seleccionados. El primero está relacionado con el alumbrado, con 500 armarios eléctricos de calle conectados. La ciudad también ha colocado sensores en los aparcamientos para controlar mejor la gestión de las plazas reservadas a personas con movilidad reducida, y ha instalado dispositivos de detección de las islas de calor y de riego inteligente de las zonas verdes. Asimismo, se han configurado sensores multiuso para medir el nivel de ruido de las calles, con vistas a la seguridad.

1.500 sensores a finales de 2022

En total, hay más de 1.000 sensores repartidos por toda la ciudad, a los que se añadirán 500 sensores más a finales de 2022. Todos los datos procesados gracias a esta red inteligente y a un centenar de indicadores diferentes se envían a un hipervisor central.

En este caso, el uso de una plataforma única controlada por la ciudad también ha sido una decisión estratégica. “Es la mejor solución si queremos lograr la conexión de todas las fuentes de datos y añadir nuevos casos de uso definidos a medida. La ciudad también quería garantizar una interfaz eficaz con sus varios departamentos para una mejor apropiación de los datos y lo usos”, señala Christophe Meunier, responsable de negocios en Axians.

Por ejemplo, la policía municipal puede verificar el nivel de ruido de una calle en caso de denuncia o queja de un vecino. Del mismo modo, la empresa encargada de la planificación urbana utilizará los datos de flujo para gestionar el diseño urbano.

 

15/02/2023