Ir directamente al contenido de la página Ir a la navegación principal ir a investigar

Gracias a la inversión en una nueva central térmica de gas, la ciudad de Flensburg, en el norte de Alemania, reducirá en un 40% las emisiones de CO2 y eliminará las calderas de carbón antes de lo previsto por el gobierno.

La ciudad de Flensburg, en Alemania, cercana al mar Báltico y a Dinamarca, podrá prescindir totalmente del carbón en la producción de energía antes de lo previsto por el gobierno federal. ¿La clave de dicha aceleración? Una nueva central térmica de gas natural cuya entrada en funcionamiento está prevista para 2022. Este equipamiento, denominado Caldera 13, permitirá producir energía de manera más eficiente, y a la vez prejubilar dos calderas de carbón, que de hecho deberían seguir funcionando unos 10 años más antes de jubilarse definitivamente. 

La sustitución del carbón por el gas natural es una respuesta idónea a los problemas que plantea la creciente producción eléctrica a partir de la energía eólica.

El beneficio de este avance en términos de lucha contra los gases de efecto invernadero es evidente. “Caldera 13 reducirá en un 40% las emisiones de CO2 para la misma cantidad de energía que las centrales de carbón”, subraya Olaf Rhein, gerente de Actemium Hannover, que ha participado en la instalación de la central. Así, con la puesta en funcionamiento de esta nueva planta, se prevé la eliminación de 120.000 toneladas de CO2 al año: un beneficio significativo para este municipio de 90.000 habitantes para el que el proyecto Caldera 13 representa un nuevo paso en el camino hacia la producción de una energía neutra en CO2.

Además, la sustitución del carbón por el gas natural es una respuesta idónea a los problemas que plantea la creciente producción eléctrica a partir de la energía eólica, especialmente en el norte de Alemania. La electricidad eólica, por su naturaleza intermitente, comporta la necesidad de compensar las brechas de producción. El gas natural ofrece precisamente la posibilidad de un uso rápido y flexible de las instalaciones, lo que representa un doble beneficio para el medio ambiente. 

Gas y vapor 

El proyecto Caldera 13 continúa la transición que se inició durante los años 2014-2016, ya con la implicación de Actemium. En el caso de Caldera 12 el elemento central era, tal como sucede ahora con el proyecto Caldera 13, la construcción de una central de gas-vapor (turbina de gas de ciclo combinado) para la producción combinada de calor y electricidad.

En esta clase de centrales, el gas natural se utiliza para producir electricidad en dos fases. Así, el gas natural alimenta una turbina y un generador, y los gases de escape de esta turbina se utilizan para producir vapor, que a su vez alimentará una turbina y un generador que producen un excedente de electricidad. 

Esta combinación es extremadamente eficiente, recalca Olaf Rhein: “Una central eléctrica moderna alimentada por gas que solo produce electricidad tiene un rendimiento máximo del 60%. En comparación, Caldera 13, con una potencia de calefacción urbana de 70 MW, alcanzará una eficiencia de más del 90% gracias a la producción conjunta de electricidad y de calefacción urbana. Esta cifra representa una producción un 10% superior a la de la antigua caldera de carbón”. 

Una vez finalizada la modernización de su central de producción combinada de calor y electricidad, Flensburg cubrirá hasta el 80% del suministro de calefacción urbana con gas natural. La ciudad también podrá sentirse orgullosa de haber alcanzado antes de lo esperado el objetivo de eliminación del carbón que el gobierno alemán ha fijado como máximo para 2038. 

17/05/2021