El plan “Francia 2030” ha reactivado el sector de la energía nuclear acelerando en innovación, con la aparición de nuevos reactores de pequeño tamaño, y también potenciando la formación en los puestos de trabajo del sector nuclear. Se trata de un ambicioso programa al que las empresas de VINCI Energies dedicadas a la energía nuclear contribuyen orientando a los grandes ordenantes del sector. Christophe Caizergues, director general del área de Energía Nuclear de VINCI Energies, nos presenta su método y sus objetivos.
Las empresas de VINCI Energies especializadas en actividades de energía nuclear son agentes de un sector en desarrollo. ¿Cómo definiría su misión?
Ch. C. La actividad de VINCI Energies en el sector nuclear nació en el 2012 para responder a la demanda de clientes que deseaban tener un interlocutor único en los temas relativos a un sector tan específico como la energía nuclear.
Nuestro ámbito de actuación cubre toda la cadena de valor del sector: centrales de generación de electricidad, plantas dedicadas al ciclo del combustible y también cementerios nucleares e incluso instalaciones de investigación. Así pues, trabajamos con clientes como EDF, Orano, Framatome, la Agencia Nacional para la Gestión de Residuos Radiactivos de Francia (Andra) o también la Comisión de Energía Atómica y Energías Alternativas de Francia (CEA), aportando los conocimientos y experiencia de VINCI Energies en cuatro grandes áreas: electricidad y control y comando, ventilación nuclear, mecánica y control no destructivo.
Recientemente hemos creado una dirección de Explotación y Mantenimiento para aportar más conocimiento y experiencia a EDF en la realización de las paradas programadas de sus centrales.
El Parlamento francés votó en junio de 2023 una ley de aceleración de la energía nuclear. ¿Cuáles son sus perspectivas en este contexto?
Ch. C. Gracias a la organización descentralizada de VINCI Energies y a la cultura de la agilidad que caracteriza a nuestras empresas, la actividad nuclear ha crecido en diez años. Nuestro volumen de negocio asciende a 320 millones de euros y tenemos 2.000 empleados que trabajan en 27 empresas ubicadas en todo el territorio, siempre cerca de las instalaciones de nuestros clientes.
Las perspectivas que se abren en el ámbito de la energía nuclear son muy favorables. Las fuentes de energía fósiles se agotan. La energía solar y la eólica son energías intermitentes y no controlables, y las capacidades hidráulicas de Francia son limitadas.
“Nos encontramos ante un programa de dimensiones colosales que va a movilizar al sector durante los próximos 30 o incluso 50 años”
Por el doble efecto de la crisis climática y de las tensiones en el mercado de la energía, agravadas por la guerra en Ucrania, la energía nuclear vuelve a estar en el centro de la estrategia francesa de mix energético: el Gobierno francés anunció que para 2050 se construirían seis nuevos reactores de última generación (EPR2) –los primeros de los cuales podrían entrar en servicio en 2035– y que se estudiaría la incorporación de ocho reactores adicionales. También se ha iniciado un proceso de reflexión para ampliar la vida útil de las centrales más allá de los 40 años.
Nos encontramos, pues, ante un programa de dimensiones colosales, que va a movilizar al sector durante los próximos 30 o incluso 50 años.
¿Cómo se están preparando para ello?
Ch. C. Todo el sector ha pasado en poco tiempo de una lógica de cierre de instalaciones y de limitación de la producción de electricidad mediante energía nuclear al lanzamiento de un programa de despliegue de gran envergadura. Llevar a buen término los nuevos proyectos garantizando la actividad del parque instalado supone para el sector reunir una serie de condiciones en términos de recursos humanos, excelencia operativa y valores sociales. Y para cumplir todos estos requisitos, VINCI Energies lanzó, en 2021, el programa AVENIR (que en francés significa ‘futuro’ y corresponde a las siglas de Mejora de VINCI Energies Nuclear para una Renovación de la Industria).
¿De qué se trata?
Ch. C. AVENIR hace referencia directamente al programa de excelencia del sector nuclear que puso en marcha EDF en 2020, bautizado con el nombre de Excell, y que la mayoría de los actores del sector aplicaron en sus propias organizaciones. Hemos querido construir una verdadera cultura de la seguridad, formando a nuestros 400 directivos y a nuestros 2 000 empleados. También hemos creado un puesto de director de rendimiento y métodos, que garantiza la implementación de este programa. Actualmente, seguimos aplicando esta estrategia de excelencia, formando a nuestros equipos en métodos y procesos de mejora continua.
Para cubrir toda nuestra cadena de valor, implicamos en este programa a nuestros proveedores y subcontratistas, cuya contribución representa la mitad del volumen de negocio de nuestra actividad. Orientar a los colaboradores es absolutamente esencial, más aún en esta área de especialidad, formada por muchas pequeñas empresas de nicho y en la que la excelencia operativa está directamente relacionada con la armonización de los estándares de exigencia y de los métodos de trabajo. Esta armonización requiere un esfuerzo sustancial en materia de digitalización. Los criterios de excelencia operativa y la obsesión de la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia (ASN) en lo que respecta a la seguridad generan gran cantidad de literatura, documentos, marcos de referencia, reporting… La energía nuclear es un sector en el que impera una fuerte cultura del papel, y la migración hacia la tecnología digital constituye una pequeña revolución.
Ha hecho referencia a los recursos humanos… ¿Cómo responder a las necesidades de competencias que plantean la reactivación y el desarrollo del sector?
Ch. C. El sector nuclear da trabajo actualmente a 220 000 personas. En los próximos diez años se necesitarán 100 000 más, es decir, 10 000 nuevos perfiles cada año, en una amplia variedad de funciones (directivos, ingenieros, técnicos, montadores, soldadores, caldereros…). Se trata de un reto mayúsculo en un contexto de fuerte tensión en el empleo y de escasez de mano de obra en toda Europa.
En lo que respecta a nosotros, tendremos que incorporar entre 500 y 1 000 empleados durante los próximos cinco años. Actualmente estamos contratando a 380 personas al año: vamos a tener que doblar esta cifra.
¿No es arriesgado apostar tan fuerte por una actividad tan sensible, aunque actualmente haya cierto consenso?
Ch. C. Francia optó hace 50 años por dotarse de un parque nuclear que cuenta en la actualidad con 56 reactores de diferentes niveles de potencia. Este programa industrial de gran envergadura ha permitido que nuestro país se asegurase la independencia energética. La energía nuclear es, con mucho, la fuente de generación de energía masiva más segura y limpia. Es complementaria de energías renovables como la solar o la eólica.
AFNOR ha otorgado a VINCI Energies la etiqueta “Comprometido con la RSC” (nivel Confirmado). Además, hemos obtenido la certificación ISO 19443 en tres cuartas partes de nuestras filiales dedicadas a la energía nuclear, y a mediados de 2025 la habremos obtenido en todas.
Insisto: el cambio hacia la industrialización de la energía nuclear solo se producirá si todos los actores cumplen su contrato de excelencia, respetando sus obligaciones de responsabilidad social y medioambiental. El reto es colosal, y todo el sector está trabajando activamente para afrontarlo.
17/10/2024
