Hacia los grandes complejos sanitarios regionales
Tiempo de lectura : 4 min
En el diseño y la construcción de los futuros hubs sanitarios se deben tener en cuenta necesidades específicas, tanto temporales y espaciales como funcionales y de seguridad.
Octubre del 2013. El ministerio francés de Asuntos Sociales y Sanidad autoriza la financiación del futuro Complejo sanitario de Melun (Seine-et-Marne, Francia), un proyecto que los municipios de la región habían estado impulsando desde hacía diez años. Casi cinco años más tarde, en el 2018, empiezan a abrir sus puertas de forma gradual las distintas unidades del complejo (psiquiatría, reanimación, cirugía, pediatría, neonatología, ginecología, etc.).
Las cifras del proyecto impresionan: 88.000 metros cuadrados de instalaciones, a las que llegan tres líneas de autobús y que albergan un hospital público, una clínica privada, 16 quirófanos, un SAMU y 734 camas, un enorme complejo en el que trabajan más de 2.200 empleados.
« El hospital será cada vez más una agrupación de espacios funcionales específicos: atención ambulatoria, radiología, quirófanos, psiquiatría… Hay que ser capaz de dar una visión de conjunto y, a la vez, entender las particularidades de cada elemento »
Estos auténticos hubs sanitarios, surgidos, en muchos casos, de la fusión de varios centros, van a plantear a las empresas del sector inmobiliario unas exigencias específicas. En primer lugar, pondrán sobre la mesa exigencias temporales.
Como explica David Merienne, gerente de Cegelec Tertiaire Ile-de-France Grands Projets, « se trata de proyectos a largo plazo ». Y añade: « en cinco años, las tecnologías cambian, y eso nos obliga a realizar ajustes constantes, lo que exige dominio de los mercados y capacidad de reacción ».
Pero también hay que tener en cuenta las exigencias espaciales, y es que estos hubs a veces son auténticos proyectos territoriales insertos en el entramado urbano que trazan una, dos o incluso tres coronas en torno a un epicentro. Con la revolución de la cirugía ambulatoria, la superficie destinada a pacientes ingresados se reducirá sensiblemente.
« El hospital dejará de ser un lugar en el que se está ingresado para convertirse en un lugar de paso, donde el paciente estará en contacto con el personal médico, su familia y sus allegados. Todo esto habrá que tenerlo en cuenta », destaca Stéphane Deniau, gerente de Phibor Vital, que forma parte de VINCI Energies.
Un planteamiento modular
El tercer tipo de exigencias son las funcionales. « El hospital será cada vez más una agrupación de espacios funcionales específicos: atención ambulatoria, radiología, quirófanos, psiquiatría… Hay que ser capaz de dar una visión de conjunto y, a la vez, entender las particularidades de cada elemento », señala David Merienne.
Los arquitectos no solo deben pensar en términos de capacidades, sino también diseñar edificios con plazos de amortización más cortos, dentro de una lógica de modularidad funcional (puntos de atención médica que se convierten en espacios donde albergar pacientes).
Por último, los hubs hospitalarios deben ajustarse a unas exigencias de seguridad. En el ámbito sanitario más que en ningún otro, evitar el riesgo es una condición sine qua non. Los accesos, los flujos, los datos y el material deben someterse, evidentemente, a las máximas medidas de seguridad.
Gracias a la digitalización, la vida hospitalaria puede planificarse sin riesgo de interrupciones. « Hoy en día es técnicamente posible crear un gemelo digital del hospital para realizar simulaciones sin dejar de cumplir la obligación de asegurar la continuidad del servicio », confirma Stéphane Deniau, de Phibor Vital.