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Una solución pionera en Francia: los equipos eléctricos de la sede regional de VINCI Energies en Lille cuentan con suministro directo procedente de la producción de energía solar fotovoltaica en el tejado del edificio. En este caso, la corriente continua permite prescindir de la corriente alterna, mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo de recursos naturales.

Hasta ahora, la distribución de funciones entre la corriente alterna y la corriente continua era clara: la primera se usaba para el transporte y la distribución de energía, así como para el suministro eléctrico de los hogares (luz, calefacción, cocina…); y la segunda, para todos los objetos que funcionan con una batería o con pilas (ordenadores portátiles, teléfonos móviles, coches eléctricos…).

Pero la situación cambió cuando, a finales de 2023, WAVE, la sede regional de VINCI Energies en Lille, demostró que es posible prescindir de la red eléctrica alternativa para suministrar electricidad a un edificio. Se trata de una solución pionera en Francia, en la que intervienen varias empresas de VINCI Energies Building Solutions: Cegelec Nord Grands Projets (diseño), Delporte (implementación), Lesot (paneles fotovoltaicos) y Smart Building Energies (ampliación de la plataforma de gestión WAVE).

Esta solución mejora la eficiencia energética entre un 20 y un 30%, y reduce hasta un 50% el volumen de cobre utilizado

Estas empresas han desarrollado e implementado una solución que permite suministrar electricidad a los equipos eléctricos directamente mediante la producción fotovoltaica del edificio. La instalación está compuesta por paneles solares instalados en el tejado del edificio, media placa alimentada con corriente continua (informática e iluminación), tomas en salas de reuniones y una batería de almacenamiento. Todo ello, sin corriente alterna, sin ondulador y sin rectificador*.

Ahorro de energía y recursos

El origen de esta iniciativa pionera en Francia es una pregunta sencilla: si se sabe que todos los equipos funcionan con corriente continua (iluminación, ordenadores, pantallas, teléfonos, vehículos eléctricos…) y que el edificio WAVE produce energía también con corriente continua mediante paneles solares, ¿por qué utilizar una red de corriente alterna que implica conversiones, pérdidas y un consumo energético mucho mayor?

Evitando una doble conversión de corriente continua a corriente alterna a la salida de los paneles solares, y de corriente alterna a corriente continua en los terminales (ordenador portátil, teléfono, puntos de luz, puntos de recarga…), “esta solución mejora la eficiencia energética entre un 20 y un 30%”, explica Eric Ammeux, gerente de Cegelec Nord Grands Projets.

“Esto permite, además, reducir hasta un 50% el volumen de cobre utilizado y ahorrar así recursos naturales, ya que se necesitan menos equipos y menos cableado”, añade. Una instalación en corriente continua solo necesita dos cables de cobre, frente a los tres o cuatro que se requieren para la corriente alterna. Con este sistema, WAVE no consume energía procedente de la red Enedis y, por tanto, es autónoma en cuanto a la parte del edificio que usa corriente continua.

A raíz del éxito de WAVE en Lille, VINCI Energies está desarrollando otros proyectos similares (véase recuadro). Esto confirma que la corriente continua, cuyo uso es aún marginal, podría extenderse progresivamente. Y es que es evidente su interés para la transición energética, en particular la transición a la energía solar fotovoltaica y a la energía eólica.


Proyecto en Grenoble para Schneider Electric

Y después de Lille, Grenoble. VINCI Energies está desarrollando en esta ciudad un proyecto similar al que se ha llevado a cabo en el edificio WAVE, en el departamento Norte. Se está terminando para Schneider Electric una marquesina cubierta de paneles fotovoltaicos y conectada directamente con corriente continua a puntos de recarga. “Hay otros proyectos similares en fase de estudio para clientes internos y externos al grupo”, precisa Eric Ammeux, gerente de Cegelec Nord Grands Projets.


La guerra de las corrientes

Entre la corriente alterna y la corriente continua ha habido una larga “guerra de corrientes”. Todo empieza a finales del siglo XIX en los Estados Unidos, con la victoria de Nikola Tesla, que promueve la corriente alterna, sobre Thomas Edison, adalid de la corriente continua. Esta victoria se explica principalmente por el hecho de que, “en aquella época, los transformadores que permitían ajustar el nivel de tensión para transportar y distribuir potencia a distancias largas con corriente alterna no tenían equivalentes en corriente continua”, precisa Jean-Luc Thomas, profesor del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París**. Pero no estaba todo dicho, y casi un siglo más tarde se produce la revancha póstuma de Edison: la corriente continua vuelve con fuerza en la década de 1990, favorecida por la aparición de la electrónica de potencia, que permite adaptar la tensión de la corriente continua y transportarla a largas distancias. Hoy en día esta es la tecnología preferente para el transporte de la corriente de alta tensión a larga distancia. ¿Pero se trata de una capitulación o de una simple tregua? La corriente continua, con una cuota de mercado escasa, está llamada a ir ganando terreno progresivamente, ya que facilita la transición energética, en particular la transición hacia la energía solar fotovoltaica y la energía eólica, pero es impensable descartar bruscamente las infraestructuras que se han desarrollado durante cien años alrededor de la corriente alterna.


*Los rectificadores utilizan una serie de diodos semiconductores para convertir la corriente alterna en corriente continua.

** www.lesechos.fr

 

17/10/2024