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La reindustrialización y la soberanía industrial son los elementos centrales de los planes de recuperación en la mayoría de las economías desarrolladas. El desarrollo de la robotización se impone como un potente resorte de este movimiento mundial.

En un contexto económico cada vez más competitivo, la productividad y la agilidad son siempre elementos clave para el desarrollo de la industria en el mundo, y la robotización es, desde hace tiempo, un vector fundamental de la transformación del sector. Presenta numerosas ventajas, como una mayor competitividad, flexibilidad de la producción, aumento de la calidad, mejora de las condiciones de trabajo y de seguridad, reducción de la huella ambiental.

“El crecimiento industrial y los equipos de producción modernos están correlacionados”, recuerda Vincent Bouffard, director general adjunto de VINCI Energies France.

Avances tecnológicos

Con los avances tecnológicos actuales, las condiciones nunca han sido tan favorables para el desarrollo de la robotización como en los últimos años. “El auge de la computación en la nube (cloud computing ) y de las redes móviles ha permitido optimizar los rendimientos robóticos en el contexto de una producción cada vez más digitalizada”, constata Jade Le Maître, directora general de Proxinnov, un clúster centrado en el sector de la robótica industrial en Francia.

“Además, la creación de nuevas interfaces y el desarrollo del low code y del no-code han facilitado considerablemente la programación. A ello se añaden el crecimiento de la inteligencia artificial y de los equipos con rendimiento mejorado, por ejemplo, en cuanto a visión, que han hecho la automatización más accesible”.

La maldición de la PoC

Esta alineación de planetas tecnológica llega en un momento en que el sector industrial debe hacer frente a la escasez de mano de obra en los países desarrollados, en especial para tareas esenciales, como la soldadura, el montaje o la manipulación. Además, tras la epidemia de COVID-19, la producción ha sufrido un profundo cambio con el nuevo desafío de la relocalización o del nearshoring, es decir, la deslocalización de una actividad a otra región del mismo país o a un país cercano.

No obstante, según estudios realizados por las consultoras Gartner y Roland Berger, solo cerca de un 30

% de las empresas del mundo han desplegado soluciones robóticas pertinentes dentro de su organización.

Aunque la inmensa mayoría de las empresas consideran esenciales para su crecimiento estas innovaciones en aspectos como la conectividad, los datos y la IA, o la IA asociada a la robótica, son menos numerosas las que han lanzado demostradores o pruebas de concepto (proof of concept, PoC) en este ámbito, y mucho menos aún (apenas una cuarta parte) las que han desarrollado estos experimentos a gran escala.

“Para escapar a la maldición de la PoC, una etapa que a muchas empresas les cuesta superar”, explica la directora general de Proxinnov, “es indispensable seguir algunas reglas básicas: definir la visión de la empresa concentrándose en las ventajas comerciales, y no en las tecnologías, con una hoja de ruta clara y progresiva; identificar las tecnologías que responderán a las necesidades operativas dotándose de un ecosistema de socios estratégicos comprometidos a largo plazo y, por último, implicar a los equipos en todos los niveles de la empresa, fomentando el desarrollo de competencias a través de la formación y la orientación en el cambio”.

Asia, en cabeza

Sin embargo, parece que cada vez más empresas están dando el paso. Según el informe World Robotics, Industrial robots, 2022, publicado por la Federación Internacional de Robótica, el número de robots colaborativos instalados en el mundo entre 2021 y 2022 aumentó un 31%, con 517.000 nuevas unidades, esencialmente en manipulación, muy por delante de la soldadura y el montaje.

Este auge, directamente relacionado con el período posterior a la COVID-19, está en gran medida impulsado por los países asiáticos, que concentran el 74% de todos los robots implementados, el 52% de ellos en China. “Este fuerte crecimiento del parque robótico mundial obedece, en primer lugar, al apoyo de los gobiernos, que es vital para la robótica”, subraya Jade Le Maître.

El crecimiento industrial y los equipos de producción modernos están correlacionados

China ha movilizado 1,7 billones de dólares en su plan estratégico “Made in China 2025”, lanzado en 2015, que gira en torno al aumento de las capacidades robóticas del país a través de inversiones masivas en I+D, infraestructuras y desarrollo del talento, un plan que ya ha dado resultados (véase recuadro).

Corea del Sur, por su parte, anunció a principios de 2024 una inversión de 2.240 millones de dólares en su cuarto plan nacional de robótica, con fuertes incentivos fiscales, un apoyo masivo a la I+D y a las empresas emergentes, y el objetivo de llegar a 1 millón de robots implementados en la industria de aquí a 2030. Alemania, Italia, Estados Unidos y Francia también han movilizado grandes cantidades de recursos para desarrollar el sector de la robótica.

Las pymes, en primera línea

En cuanto a los sectores de actividad, la logística es uno de los más dinámicos y avanzados (véase recuadro). Sin embargo, los retos para lograr la automatización y la robotización son los mismos en todas las ramas: ante todo, ofrecer cadenas de suministro locales y resilientes, asegurar la soberanía tecnológica y dotarse de empleados cualificados y con talento.

En el ámbito de la robotización, las pequeñas y medianas empresas están en primera línea. “Las pymes son los nuevos objetivos de la democratización de la robótica”, avanza Jade Le Maître, que ve en ellas “un gran mercado aún por explotar en el que los cobots [robots colaborativos en interacción directa con los operarios], en particular, tienen todo el sentido”.

Para ilustrar el potencial de las pymes, Joan Guasch, director de desarrollo internacional de EURECAT, Centro Tecnológico de Cataluña, cita el ejemplo del programa francés Robot Start PME.

Este programa, impulsado por el Symop (organización profesional francesa de creadores de soluciones industriales), el CETIM (Centro Técnico de las Industrias Mecánicas) y CEA-List (instituto de investigación tecnológica de la CEA –Comisión Francesa de Energías Alternativas y Energía Atómica– dedicado a los sistemas digitales inteligentes), permitió, entre 2013 y 2017, guiar a un centenar de pymes industriales en la modernización de sus herramientas de producción.

En opinión de Joan Guasch, “Robot Start PME ha tenido un papel fundamental en la promoción de la utilización de robots en las pequeñas y medianas empresas. Gracias a la robotización, las pymes han aumentado sus beneficios netos en un 55% y han creado un 5% de puestos de trabajo, todo ello a través de la estimulación de la innovación”. CQD.

 


China y los demás

La envergadura de las políticas públicas en favor de la robotización de la industria varía según los países, y eso se refleja en las cifras: en 2022, China instaló más de 290.000 robots, situándose así en cabeza, con una amplia ventaja frente a Japón, que, con más de20 50.000 robots instalados, sigue siendo, proporcionalmente a su infraestructura productiva, el país más robotizado del mundo, por delante de los Estados Unidos (cerca de 40.000), Corea del Sur (más de 30.000), Alemania (25.000), Italia (11.000), Taipéi (cerca de 8.000) y Francia (7.500). Cabe decir que, en 2023, la instalación de robots industriales cayó un 18,4% en Francia, con 6.022 robots instalados, según el grupo robótico Evolis. Em um contexto de reindustrialização e soberania industrial, o desenvolvimento da robotização parece agora ser ponto pacífico.


Robots reciclados

En sus instalaciones de La Roche-sur-Yon, en el departamento francés de La Vendée, situado en el oeste del país, Proxinnov, centro de recursos tecnológicos dedicado a la robótica, dispone de 13 células robotizadas que ofrecen una amplia gama de aplicaciones: cobótica, paletización, logística, soldadura, manipulación, control, mecanización… Una de sus prioridades es la reutilización de robots.

“Las células automatizadas han estado durante mucho tiempo vinculadas a un producto. Luego, se lanzó la línea”, afirma Jade Le Maître, directora general de Proxinnov, en la revista profesional L’Usine Nouvelle. “La gran baza de los robots es su polivalencia y la posibilidad de reutilizarlos, lo que constituye un eje importante de competitividad”. El fabricante de robots Kuka, socio de Proxinnov, asegura que entre el 40 y el 100% de los robots se pueden recuperar.


La logística, un sector destacado

La logística, uno de los sectores más avanzados en robotización, ha podido calibrar sus ventajas, pero también los retos que hay que afrontar.

“Los beneficios que aporta la robótica son muchos, empezando por la mejora de la seguridad en el trabajo, el aumento de la eficiencia y de la productividad, una mayor capacidad de evolución y la posibilidad de mantener la actividad 24 horas al día y siete días a la semana”, resume Ralf W. Buerk, senior group manager operations supplier coordination de Geopost, proveedor de servicios y filial de Groupe La Poste.

“No obstante, en el despliegue de la robótica hay que tener en cuenta ciertas limitaciones”, subraya, y cita los CAPEX o inversiones en bienes de capital, el TCO [total cost of ownership, o coste total de propiedad, es decir, el coste total del bien durante su ciclo de vida] y los costes de mantenimiento, “pero, sobre todo, la rapidez y, por tanto, la productividad de la renovación tecnológica de las máquinas, su integración en los sistemas existentes y la seguridad de los datos, con la cuestión crucial de la ciberseguridad”.

Aunque en una posición aventajada frente a otros sectores, la logística, en particular la de terceros, que se encarga de la externalización de la cadena de suministro de las empresas, tiene aún un importante margen de evolución en cuanto a robotización.

En 2023, entre el 60 y el 80% de los almacenes logísticos del mundo tenían pocos sistemas de automatización o carecían de ellos. El coste parece aún disuadir a los actores del mercado, y es que dotar a un almacén supone entre 5 y 15 millones de dólares.

Las perspectivas para el mercado son, pues, considerables. Solo la robótica de recuperación y de transporte de productos representará 1.340 millones de dólares de aquí a 2025, y el volumen del mercado mundial de los exoesqueletos debería rondar los 3.700 millones de dólares en 2028.

“La robotización ofrece innegables oportunidades en términos de negocio”, asegura Olivier Storch, director general adjunto de finanzas y transformación de CEVA Logistics (Grupo CMA CGM), especialista en logística externalizada, “pero es importante calibrar bien su amortización [financiera], sobre todo teniendo en cuenta la rapidez con la que evoluciona la tecnología, y anticipar la formación del personal”.

 

17/10/2024