Ir directamente al contenido de la página Ir a la navegación principal ir a investigar

En el marco de la transición ecológica, cada vez se presta mayor atención a la construcción y algo menos a la desconstrucción, alternativa más exigente que la demolición, pero que seguramente se adapta mejor a los desafíos. Se trata de un eslabón decisivo en la circularidad de los edificios.

Cada año, el sector de la construcción genera unos 45 millones de toneladas de residuos, la mitad de las cuales procede de las obras de demolición. ¿Y si antes de demoler “desconstruyéramos”? Es lo que propone con la Responsabilidad Ampliada del Productor para los productos y materiales del sector de la construcción (REP PMCB, por sus siglas en francés), que entró en vigor el 1 de enero de 2023 con el objetivo de dar prioridad a la revalorización de los materiales en lugar de enviarlos a la planta de reciclaje.

“En un contexto en el que los recursos son cada vez más escasos y más caros, y las cadenas de suministro cada vez más frágiles, es necesario promover la revalorización de los equipos ya existentes mediante su reutilización”, explica Nicolas Dumas, responsable de proyectos de Medio Ambiente en VINCI Energies.

La desconstrucción selectiva consiste en “desnudar” la estructura portante del edificio durante la fase de limpieza, retirar los elementos no estructurales y clasificarlos in situ para preservar al máximo su integridad o por lo menos para aumentar las posibilidades de reutilización o reciclaje.

Desconstrucción selectiva

Aunque todo lo que es susceptible de reutilizarse debe reutilizarse, la desconstrucción selectiva es un camino por el que se avanza de forma empírica, paso a paso, o más bien sector a sector.

La primera fase del proceso consiste en la identificación, entre los elementos técnicos, de los equipos y materiales más aptos para su recuperación o reutilización, en este caso cables, bandejas de cables, conductos de ventilación y bloques autónomos de alumbrado de seguridad (BAAS, también llamados bloques de emergencia).

“La familia de cables eléctricos abarca productos que se utilizan a gran escala en varios kilómetros, o incluso decenas de kilómetros, por obra, con gran cantidad de carbono (cobre y plástico), más bien estándares (en el 80% de las instalaciones se usan dos o tres referencias) y que, una vez instalados, experimentan pocas alteraciones”, manifiesta Camille Thiriez, ingeniero de Innovación y Soluciones Digitales en Cegelec Nord Grands Projets.

“Nuestros compradores aún no piensan espontáneamente en la circularidad. Tienen que poder hacerlo, por lo que todos estamos trabajando en ello”.

En el caso de los equipos que contienen o transportan agua, o de los equipos de frío, la implementación de procesos de reutilización es técnicamente más complicada.

300 km de bandejas de cables en Île-de-France

ÎIle-de-France es un ejemplo de lo que se puede llegar a hacer. VINCI Energies Tertiaire Île-de-France instala cada año unos 300 km de bandejas de cables. “En 2022, quisimos lanzar una iniciativa para favorecer la circularidad del sector”, señala Juliana Ton That, ingeniera de Transición Ecológica en VINCI Energies Tertiaire Île-de-France.

A partir de varias obras piloto, en un primer momento se formalizaron los procedimientos a seguir para cada familia de productos y se sentaron las bases de los primeros marcos referenciales. VINCI Energies se puso en contacto con las empresas de limpieza para definir una serie de criterios aceptables para todos, compatibles con una retirada cuidadosa y un corte limpio.

Las bandejas de cables se recalifican y se almacenan en RESO Services, una empresa de VINCI Energies dedicada a la logística de obras, creada hace tres años, que dispone de un almacén de 7.000 m² en Blanc-Mesnil (Seine-Saint-Denis). Desde entonces, se han unido al circuito una decena de puntos de recogida y una decena de puntos de descarga, y se han podido desplegar 1,5 km de material.

Círculos concéntricos

De todos modos, siguen siendo cantidades muy modestas, lo que plantea la cuestión de la aceleración. “Se calcula que se reutiliza el 1% de los materiales y equipos de las obras, pero si nos fijamos en los elementos técnicos, la ratio se acerca más bien al 0%. Así que hay que avanzar y trabajar en círculos concéntricos, integrando también los elementos de iluminación, los ventiloconvectores o los elementos de fontanería”, sostiene Guillaume Graffin.

Este antiguo subdirector técnico de Lefort Francheteau se incorporó a VINCI Energies Tertiaire Île-de-France a principios de 2024 como responsable de Ingeniería Logística y Reutilización, con el objetivo de desarrollar los temas de economía circular.

Acelerar representa recalibrar la ecuación oferta-demanda. Teniendo en cuenta que aún se encuentra en una fase inicial, el mercado de la reutilización espera un impulso gracias a la demanda, que inicialmente debe ser superior a la oferta.

“Nuestros compradores aún no piensan espontáneamente en la circularidad. Tienen que poder hacerlo, por lo que todos estamos trabajando en ello”, afirma Anne Taillefer, responsable de Compras en VINCI Energies France Facilities Sud Centre Est.

Se están desarrollando cursos de formación con este objetivo. SEDDRe, asociación francesa de empresas de desconstrucción, descontaminación y reciclaje, que agrupa a cerca de 250 empresas, está creando una oferta en esta dirección.

El diagnóstico “productos, equipos, materiales y residuos” (PEMD, por sus siglas en francés), obligatorio para las obras de demolición de edificios con una superficie de suelo superior a 1.000 m2 o que hayan albergado una o varias sustancias peligrosas, puede convertirse en una valiosa herramienta para acelerar las operaciones de desconstrucción.

Su objetivo es informar a los promotores sobre la naturaleza, la cantidad y la localización de los distintos productos, equipos, materiales y residuos presentes en las obras de demolición, lo que les permite conocer el potencial de reutilización, reciclaje o valorización de los elementos no estructurales del edificio.

 


Marketplaces digitales

Al facilitar el contacto entre propietarios, promotores, arquitectos, ingenieros, empresas de demolición y constructores, marketplaces como Cycle Up o Reyuz son también esenciales para estructurar el mercado. “Trabajar con datos es uno de los principales prerrequisitos para el desarrollo de la desconstrucción selectiva. Si un stock se limita a 800 piezas de conductos de ventilación, se puede trabajar perfectamente con hojas de Excel e intercambiando correos. Pero cuando el catálogo se multiplica por diez, hay que cambiar necesariamente de herramienta”, subraya Guillaume Graffin.

 

13/06/2024