Plantas solares flotantes, una solución al problema del suelo
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Las plantas solares flotantes, cuyos precios están bajando, son un complemento interesante para las instalaciones de paneles fotovoltaicos y está previsto que se desarrollen en las zonas donde es difícil encontrar terrenos disponibles.
¿Dónde pueden instalarse los paneles fotovoltaicos? Teniendo en cuenta que los terrenos pueden ser escasos y caros, el agua es una buena alternativa para la instalación de paneles en estructuras flotantes. Este acceso a la energía solar cada vez está más extendido en todo el mundo, principalmente en Japón y en otros países asiáticos donde la disponibilidad de suelo es escasa. En Francia también empiezan a surgir proyectos.
En el agua, los costes de mantenimiento son inferiores y la productividad es más elevada
El principio es el mismo que el de la energía solar terrestre: los paneles se conectan en serie por cable a distintos mecanismos que permiten crear una central en la que convergen los flujos de energía renovable. Pero el dispositivo es singular: los paneles están fijados en flotadores anclados al fondo del agua o en la orilla. El coste de instalación, actualmente de dos a tres veces más elevado que el de la energía terrestre, sigue siendo un obstáculo para el desarrollo de las plantas de energía solar flotantes, pero “dentro de tres años, los precios bajarán y esta tecnología podrá desarrollar todo su potencial”, afirma Jean-Marc Sanchez, jefe de empresa de Omexom (VINCI Energies).
A pesar del coste de las inversiones, conviene fijarse en las ventajas de esta tecnología, señala Jean-Marc Sanchez: “Se calcula que en 20 años los costes de mantenimiento serán inferiores en el agua y que la productividad será más elevada, puesto que el enfriamiento del dispositivo eléctrico provocado por el agua ofrece un mejor rendimiento. Además, el hecho de que la superficie del agua esté cubierta por paneles limita la evaporación, un beneficio significativo para lugares como las reservas de agua potable de Londres”.
Valorización de las extensiones de agua
Si en Francia existe un “verdadero potencial para esta tecnología”, afirma, es porque entre las ZAC (zones d’aménagement concertées, zonas de acción concertadas) y los terrenos agrícolas es muy difícil encontrar suelo para la energía solar. Comparten la misma opinión los inversores, que protegen las extensiones de agua a valorizar los próximos años con la energía solar flotante. Entre estas masas de agua, destacan las balsas de riego, las reservas de agua e incluso antiguas canteras como la de Piolenc, en Vaucluse, donde acaba de construirse una central flotante de 17 MW, con un total de 47.000 paneles. En Francia se están estudiando también otros proyectos, y Omexon prevé la construcción del parque solar flotante “antes de 2022”, tal como ha anunciado su gerente.
14/11/2019
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