¿Puede la recarga inductiva acelerar la adopción del coche eléctrico?
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La tecnología de la recarga por inducción es muy prometedora y podría contribuir a derribar las barreras a la adopción del vehículo eléctrico.
La autonomía suele ser un factor disuasorio a la hora de decidirse por un vehículo eléctrico. A los conductores también les preocupan la capacidad, el peso y el precio de las baterías, así como la disponibilidad y la potencia de los puntos de recarga.
Sin embargo, hay una tecnología que podría dar un vuelco a esta situación: la recarga por inducción. Con esta tecnología, para recargar la batería de un coche o una bicicleta eléctrica, no es necesario conectarlos a un punto de recarga con un cable. Basta con situar el coche sobre un emisor de ondas –solución seleccionada por Tesla y Porsche– o simplemente, en el caso de una bicicleta eléctrica, colocarla en su terminal, que servirá, a la vez, de aparcamiento seguro y de punto de recarga sin contacto.
Los usuarios esperan una facilidad de uso similar a la del vehículo térmico, y todo ello con el menor coste posible para nuestra sociedad.
Esta solución es la que ha implementado Citeos (VINCI Energies) en el campus de la Escuela de Negocios EM de Ecully, cerca de Lyon. El emisor incorporado en el punto de recarga envía al receptor de la batería de la bicicleta energía útil sin necesidad de ninguna conexión manual. Pero si eliminar la necesidad de cable es un avance, aún lo es más prescindir del punto de recarga estático y poder recargar el vehículo por inducción mientras se circula.
Esa es la perspectiva que ha abierto el instituto Vedecom. Este instituto de investigación que trabaja en soluciones de movilidad urbana ha probado un sistema emisor instalado en la carretera. Tras unas primeras pruebas concluyentes pero limitadas, ha trabajado en el aumento de la potencia hasta 20 kW, lo que permitiría recargar un coche que circula a una velocidad de 100 km/h.
Nuevas perspectivas
Julien Lemoine, responsable de proyectos en Citeos, opina que se trata de una perspectiva « muy interesante, ya que permitirá distribuir la potencia necesaria para recargar todo el parque automovilístico ». Arnaud Banner, director técnico y de innovación de Omexom, coincide con este punto de vista y considera que la solución experimentada por Vedecom “abre nuevas perspectivas” al permitir imaginar la inclusión de los dispositivos de recarga en el espacio urbano y en las autopistas eléctricas del futuro.
Pero, sobre todo, hay que considerar las ventajas de la recarga por inducción desde el punto de vista del usuario. La adopción del vehículo eléctrico requiere una mentalización real por parte de los usuarios, que, según Arnaud Banner, piden « una facilidad de uso similar a la del vehículo térmico, y todo ello con el menor coste posible para nuestra sociedad ».
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