Ir directamente al contenido de la página Ir a la navegación principal ir a investigar

La robotización puede cubrir las necesidades de seguridad, productividad y contratación del sector de la construcción y las obras públicas. Solo quedan por eliminar los últimos obstáculos, principalmente relacionados con el ámbito normativo.

Es el sector profesional con mayor número de accidentes laborales; en el caso de Francia, 56 accidentes por cada 1.000 empleados, mientras que la media de todos los sectores se sitúa en 34 accidentes por cada 1.000 trabajadores. El sector de la construcción y las obras públicas concentra por sí solo el 14% del total de accidentes de trabajo. De ellos, el 16% provoca una incapacidad permanente y más del 19% son mortales. Además, el sector aglutina el 15% de las enfermedades laborales registradas por la Seguridad Social.

Para los empresarios, esta cifra de accidentes es indisociable de la mala imagen de las actividades del sector de la construcción. Así pues, no solo deben lidiar con la escasez de personal, sino que tienen dificultades para contratar a nuevos trabajadores, por lo que el sector se está movilizando para aumentar su atractivo incidiendo en varios aspectos: salarios, formaciones, seguridad, calidad de vida en el trabajo y valorización de los oficios.

«En dos años, hemos desarrollado una decena de robots capaces de cubrir una veintena de aplicaciones»

Pero las empresas constructoras también cuentan con un aliado un tanto iconoclasta, todavía muy discreto, pero que presenta múltiples ventajas: el robot. Lo cierto es que la robotización de las obras no es algo nuevo y que el tema incluso se trata de forma recurrente en las mesas de debate del sector. Hay que reconocer que la presencia de autómatas en las zonas de construcción presenta numerosas ventajas. Por ejemplo, los robots pueden sustituir a las personas en las intervenciones peligrosas o de gran penosidad (tareas repetitivas, trabajos que requieren mucha fuerza física). También constituyen un ejército de reserva susceptible de suplir la falta de personal en un momento dado o de forma programada. Además, contribuyen a modernizar la imagen de las actividades del sector de la construcción y las obras públicas.

Empresa conjunta de VINCI

Son varias las empresas que ya han desarrollado autómatas competitivos. En 2012, la pyme inglesa Q-Bot lanzó un sistema robótico que permite inspeccionar y aislar las cámaras sanitarias de las casas, espacios poco accesibles para las personas. Por otro lado, la start-up francesa PaintUP propone un robot para pintar fachadas. Robots for Site, una empresa conjunta de VINCI Energies, VINCI Construction y Eurovia, ofrece soluciones robóticas industriales adaptadas a las especificidades de las actividades de la construcción: robots móviles y autónomos, capaces de trabajar al aire libre en entornos inestables.

“En dos años, hemos desarrollado una decena de robots capaces de cubrir una veintena de aplicaciones: robot de manipulación autónomo, de decapado de estructuras metálicas, de aplicación de herramientas autónomas para equipos ferroviarios, de cepillado de paredes ovoides, de colocación de azulejos, de lijado de suelos y paredes, de perforación de losas/muros o techos o de extracción de muestras, brazos para manipular tubos de perforación o taller de renovación de los elementos de encofrado”, detalla Pierre Barcelo, gerente de Robots for Site.

La empresa, que trabaja en una cincuentena de proyectos internos del grupo VINCI, ha optado por soluciones fáciles de usar: no más de cinco órdenes de media por operador de control. Porque, aunque intervenga muy poco, siempre debe haber un operador en el circuito.

Obstáculos que salvar

Aunque se trata de una necesidad real con una oferta operativa, ¿por qué los robots siguen ausentes en las obras? Son varios los factores que impiden el encuentro entre oferta y demanda. En 2019, un estudio del Big Data Enterprise and Artificial Intelligence Laboratory de Bristol señalaba como motivos, entre los actores del sector de la construcción, la ausencia de una necesidad imperiosa de optimizar la productividad, el miedo al cambio o la falta de mano de obra formada.

Desde un punto de vista más técnico, los proyectos del sector de la construcción y las obras públicas ofrecen superficies de intervención a menudo limitadas, mientras que los robots necesitan mucho espacio para moverse. Otro obstáculo es que las máquinas, aunque se alimenten previamente con datos cartográficos, seguirán teniendo dificultad para abrirse paso en los edificios en construcción, cuyos espacios, en esencia, cambian constantemente. El coste de los dispositivos tampoco es insignificante. En Robots for Site, los precios oscilan entre los 40.000 y los 350.000 €. Para que sea rentable al poco tiempo, un robot debería poder utilizarse en varias obras y, por tanto, ser polivalente.

Para Pierre Barcelo, la verdadera condición para que el mercado despegue se encuentra en el ámbito normativo: “Solo podemos comercializar soluciones industriales una vez que están certificadas por una norma europea. Pero hoy en día todavía no existen certificaciones totalmente adaptadas a las actividades de las obras, aunque estamos trabajando en ello. Está previsto que podamos disponer de una certificación en verano de 2022”.

El gerente de Robots for Site manifiesta que “la expectación es enorme: eliminación de situaciones peligrosas, disminución del riesgo de trastornos musculoesqueléticos, y reducción de los retrasos en las entregas y de los sobrecostes. Bastará con que uno o dos actores del sector den el paso para lanzar el mercado”.

12/05/2022

Saber más
Learn more