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La transición energética de los edificios pasa por compartir responsabilidades con los proveedores de servicios en el marco de un contrato público global de desempeño, tal como reflejan algunos ejemplos en Rueil-Malmaison, al oeste de París, o en el departamento Norte, con empresas de VINCI Energies Building Solutions.

Herramienta contractual a disposición de los promotores desde el 1 de abril de 2016, el “marché public global de performance” (MPGP) o contrato público global de desempeño permite al comprador asociar la explotación o el mantenimiento a prestaciones de trabajos, suministros o servicios para alcanzar los objetivos cuantitativos de desempeño. Mediante este tipo de contrato, los titulares se comprometen a cumplir con las obligaciones de resultado, descritas en forma de indicadores de desempeño.

“Los MPGP implican una colaboración en que la clásica relación cliente-proveedor da paso a un vínculo constructivo de corresponsabilidad y, por tanto, de confianza”, destaca Marc Lejeune, director de proyectos MGP en VINCI Energies. “Las administraciones locales y regionales cada vez recurren más a este tipo de contratos en el marco de políticas vinculadas a la transición energética”.

Siete centros en Rueil-Malmaison

En el marco de un plan plurianual de renovación, mantenimiento y mejora energética de su parque de edificios, la ciudad de Rueil-Malmaison (Hauts-de-Seine) ha optado por un MPGP que incluye siete centros (seis grupos escolares y el centro administrativo municipal), seleccionados entre los de mayor consumo energético, con una superficie total de 34.500 m2.

“Presentamos nuestra candidatura movilizando a los equipos de VINCI Energies Building Solutions en torno a un consorcio de seis entidades. Valiéndonos de nuestros conocimientos combinados como expertos en diseño, construcción y mantenimiento, propusimos paquetes de acciones de desempeño energético para cada uno de los edificios”, explica Marc Lejeune.

Las autoridades locales y regionales cada vez recurren más a este tipo de contratos en el marco de políticas vinculadas a la transición energética”

El contrato con Rueil-Malmaison fija un objetivo mínimo del 30% de ahorro en el consumo energético global de los centros seleccionados durante los próximos diez años.

Para conseguirlo, el consorcio ha optado por trabajar en todos los lotes técnicos: sistema de aislamiento técnico exterior (SATE), sustitución de algunos elementos de carpintería, iluminación LED controlada por la gestión técnica de edificios (GTE), instalación de grifería termostática, también gestionada por la GTE, instalación de paneles fotovoltaicos, conexión de los edificios a la red de calor de la ciudad. Importe del contrato: 16 millones de euros.

“Empezamos en 2023 con el centro administrativo. Las obras deben cumplir con la obligación de continuidad del servicio en los edificios, y se alargarán durante cuatro años”, comenta Marc Lejeune. Ambas partes han acordado un sistema de bonus-malus. En caso de penalización (por ejemplo un sobreconsumo térmico a 24 °C), el responsable será el operador, en este caso VINCI Facilities.

Cuatro establecimientos de enseñanza secundaria en Avesnois

Se da un caso similar en el departamento Norte, donde un consorcio formado por VINCI Construction, Santerne Fluides y Cegelec Valenciennes Tertiaire, VINCI Facilities, Nortec, Projex, Avant-Propos y Symoé se  ha adjudicado un contrato global de desempeño energético (MGPE) para la renovación energética de cuatro centros de enseñanza secundaria de Avesnois: Joliot-Curie y Léo-Lagrange en Fourmies, Jean-Rostand en Sains-du-Nord y Solrézis en Solre-le-Château.

“La respuesta como consorcio requiere que todos los actores implicados se sienten en torno a la misma mesa para pensar en una respuesta/diseño inmejorable en función de los objetivos aquí las herramientas digitales (Visio, BIM…) resultan imprescindibles e imaginar las mejores opciones en función de las necesidades/limitaciones de unos y otros. No obstante, la función de VINCI Facilities como operador es decisiva. La responsabilidad de alcanzar los objetivos recae en todo el consorcio, pero el operador desempaña un papel clave a la hora de garantizar el cumplimiento de los objetivos y el desempeño a largo plazo. De hecho, una vez recibido el edifico, es el operador quien asume el compromiso energético en última instancia, por lo que es indispensable que tenga una participación activa y se implique desde la fase de diseño”, afirma Adrien Guyot, responsable de la unidad energética instalada en Santerne Fluides hace dos años.

El contrato contempla tres objetivos principales: el confort higrotérmico en los centros escolares en todas las épocas del año; una garantía de resultado energético para la media de los cuatro establecimientos (-40% de media global, con una variación de más o menos el 10% según los centros), y la estanqueidad al aire de los edificios (caudal de fuga inferior a 1,2 m3/ (h.m²).

Al igual que en Rueil-Malmaison, el consorcio ha optado por multiplicar las acciones para mejorar el desempeño energético: sustitución total o parcial de las salas de calderas, instalación de una ventilación de doble flujo en el establecimiento escolar y el comedor con recuperación de energía, instalación de cabezales termostáticos en todos los radiadores, incorporación de contadores en todas las redes y salida para el seguimiento energético, implementación de una GTE centralizada para facilitar el mantenimiento y los controles de consumo, y rediseño de algunas instalaciones sanitarias.

También está prevista la sustitución de la iluminación por luces LED, el aislamiento completo de los edificios y la renovación de la carpintería.

21/05/2024