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En la República Democrática del Congo, los equipos de Omexom han probado con éxito un método de puesta en funcionamiento a distancia en centrales hidroeléctricas. Análisis de esta singular aventura tecnológica y humana. 

¿Cómo articular prestaciones técnicas altamente especializadas y ubicaciones de intervención distantes? Los ingenieros de Omexom (VINCI Energies) se hicieron esta pregunta en el año 2016, en relación con sus tareas de rehabilitación de grandes presas hidroeléctricas. “Pensamos en la posibilidad de poner en funcionamiento a distancia sistemas complejos, teletransportando nuestros conocimientos y experiencia desde una base alejada (offshore) hasta la ubicación de ejecución (onshore)”, explica Didier Desreux, responsable de proyecto de Omexom. 

En efecto, la intervención a distancia responde a auténticos retos que se le plantean a esta empresa que trabaja en instalaciones remotas y aisladas, como la central de Mwadingusha, en la región de Lubumbashi, República Democrática del Congo (RDC), en la que ha intervenido Omexom. Se trata de una central a la que resulta particularmente difícil llegar: son necesarias 26 horas de viaje para enviar a expertos desde París, sin contar el tiempo de preparación y los trámites administrativos, que pueden llevar meses. 

«Los mejores expertos pueden llegar virtualmente y con gran rapidez a la ubicación, allí donde una tarea física requiera localizar a un experto dispuesto y disponible».

Reducir el impacto de carbono 

Para Omexom, la realización de intervenciones complejas de forma remota tiene varios objetivos. El primero es disminuir el impacto de carbono atribuible a los desplazamientos en avión que se realizan en las estancias breves de expertos o de técnicos para la puesta en servicio. Por otra parte, se pretende reducir drásticamente el tiempo dedicado a las numerosas formalidades administrativas preparatorias (visados, autorizaciones). 

Las intervenciones especializadas a distancia deben, además, permitir optimizar los costes (tiempo de intervención, gastos de desplazamiento, riesgos en las obras). Por último, la cuarta ventaja es poder recurrir al mejor experto para resolver un problema que se plantea sobre el terreno, independientemente de en qué parte del mundo se halle ese experto.  

Para dar respuesta a todos esos objetivos, la empresa ha desarrollado métodos para “teletransportar” todos los conocimientos y experiencia necesarios y hacerlos llegar lo más cerca posible del terreno. “Se trata de lograr que trabajen simultáneamente, mediante herramientas de comunicación móviles, de vídeo y audio (como, por ejemplo, Teams), los equipos técnicos del proveedor (sistema de incendios, transformadores principales), nuestros equipos de integración y de puesta en funcionamiento, y un equipo local. No hay precedentes en fases tan sensibles”, detalla Didier Desreux. 

La aplicación de este protocolo innovador se precipitó por la crisis de la COVID. En 2020, el proyecto de rehabilitación de la central de Mwadingusha, en la República Democrática del Congo, sufrió los efectos de la pandemia: ingenieros contagiados en Siemens, uno de los subcontratistas de Omexom; vuelos anulados desde Croacia para los técnicos de Končar, otra empresa colaboradora de la marca experta de VINCI Energies… 

“Renunciar a emprender la rehabilitación de la central era dejar en la estacada a 200 personas en la República Democrática del Congo y poner a nuestro cliente en una situación financiera comprometida. Con el acuerdo de nuestros socios y del cliente, al que hubo que convencer para mantener las responsabilidades asumidas, decidimos probar los métodos de trabajo en una plataforma virtual para las operaciones complejas”, cuenta Didier Desreux. 

Calidad, team building y RSC 

La experiencia se desarrolló en la puesta en funcionamiento de sistemas de detección de incendios y de protección contra incendios, así como de transformadores, y fue un éxito absoluto. “La central produce actualmente 72 MW de electricidad limpia y segura. No solo hemos evitado que el proyecto de rehabilitación de la central se parara durante varios meses, sino que también hemos podido reducir significativamente la duración de la intervención y ahorrar 9 toneladas equivalentes de carbono, que corresponden al volumen de absorción de 360 árboles en un año”, subraya el responsable de proyecto. 

Los efectos positivos de este planteamiento han superado claramente las expectativas: la calidad y la capacidad de reacción de las intervenciones han mejorado. “Los mejores expertos pueden llegar virtualmente y con gran rapidez a la ubicación, o a varias ubicaciones si es necesario, allí donde una tarea física requiera localizar a un experto dispuesto y disponible”, recalca Christophe Colnot, Business Unit Manager en Omexom. 

El mayor grado de contribución del personal local refuerza, además, el enfoque de RSC (responsabilidad social corporativa). “Formamos al personal onshore, y de este modo lo dotamos de un mayor nivel de competencias y empleabilidad”, precisa Fahima Chalal, responsable de proyecto de Omexom. Por último, esta solución permite que trabajen juntos equipos ubicados en lugares muy distantes (en este caso, Francia, Croacia y RDC), con un inesperado efecto de “team building”. 

Omexom tiene la intención de perpetuar su método para implantarlo más allá de la central de Mwadingusha y de las necesidades impuestas por la COVID. El campo de aplicación podría ampliarse en breve, de las intervenciones de puesta en servicio a las inspecciones de fábricas y a la resolución de problemas en la obra. Es un cambio fundamental que debe implicar a todas las partes interessadas internas, pero también al cliente y a los subcontratistas. A la luz de esta primera experiencia, no hay duda de que será satisfactorio para todos.

18/07/2022