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El sector de la defensa, que durante mucho tiempo estuvo a la vanguardia en innovación, se vio fuertemente sacudido por la irrupción de la tecnología digital. Es por esto por lo que en los últimos años el Ministerio de las Fuerzas Armadas ha vuelto a la carrera digital abriéndose más a las tecnologías del mundo civil.

“Estamos en la era de las nuevas tecnologías y de los avances digitales, y nuestras Fuerzas Armadas no son ajenas a ello”, afirmó el 19 de febrero de 2022 el primer ministro Jean Castex durante la firma, en la fábrica Nexter de Roanne (Ródano), del contrato de desarrollo de Caesar NG, una nueva generación de sistemas de artillería conectados.

Durante la visita, el primer ministro también formalizó el lanzamiento de la cuarta fase del programa Scorpion, cuyo objetivo es modernizar las capacidades de combate del Ejército de Tierra gracias a nuevos vehículos blindados (Griffon, Jaguar, Serval) y a un sistema único de información de combate.

Cómo las Fuerzas Armadas francesas se han subido a la ola de la innovación y tecnología digital

Al igual que el Ejército de Tierra, el resto de las Fuerzas Armadas francesas también iniciaron hace años un proceso de transformación digital a gran escala con el fin de optimizar su funcionamiento interno y ofrecer soluciones digitales de última generación a todo su personal.

Este movimiento empezó realmente en 2018 con la creación de la Dirección General de la Tecnología Digital y de los Sistemas de Información y Comunicación (DGNum), que depende directamente de Florence Parly, ministra de las Fuerzas Armadas. Su misión consiste en garantizar la coherencia global de los sistemas de información y de comunicación del ministerio, a la vez que se mejoran las condiciones en las que se llevan a cabo los proyectos.

Controlar los datos

Ante la aparición de nuevas amenazas, la tecnología digital aspira a “garantizar la superioridad operativa y el control de la información en los teatros de operaciones, reforzar la eficiencia de los apoyos, facilitar el día a día del personal y mejorar la relación con el ciudadano y el atractivo del ministerio”, tal como subraya la hoja de ruta fijada por la ministra.

Son tres los retos que hay que afrontar: “el control y el tratamiento de los datos, la refundación de una base digital segura y eficiente, y la posibilidad de que todos aprendan y se apropien de nuevos usos en su profesión”.

La mejora de la vida diaria de los soldados del Ejército de Tierra está en el punto de mira gracias a una mayor fluidez en sus comunicaciones; una mejor organización de la circulación de los datos entre los niveles jerárquicos y entre los diferentes mandos, y, a más largo plazo, la superioridad operativa gracias a un mayor control de los datos.

“Dentro de diez años, los grandes ejércitos serán los que dominarán los datos: el Ejército de Tierra quiere ser uno de ellos”, manifestó en 2018 el coronel Olivier, responsable del Departamento de Planes Programa del Estado Mayor del Ejército de Tierra.

La renovación de la intranet del ministerio (“Intradef”), la instalación de una base técnica común para todos los sistemas de información (proyecto Defensa Plataforma) y la creación de las condiciones favorables para el desarrollo de las competencias del personal de las Fuerzas Armadas son las primeras acciones que se han llevado a cabo.

El fondo Definvest y la Agencia de la Innovación de Defensa (AID) han completado el dispositivo. El primero con el fin de apoyar el desarrollo de pymes estratégicas para la defensa y la segunda para dinamizar la pesada estructura de la Dirección General del Armamento (DGA) recorriendo principalmente a las innovaciones del mundo civil. Destinada a ser “el faro de la innovación del ministerio, abierta al exterior, [la AID] brindará todas las oportunidades a nuestros empresarios”, declaró en su momento la ministra Parly.

Colaborar con el mundo civil

Para llevar a cabo su transformación, el ministerio ha apostado por la colaboración con el mundo civil: las universidades, el CNRS, las pymes y las start-ups. De hecho, queda lejos la época en la que el sector de la defensa controlaba la mayor parte del potencial nacional para la innovación. El auge de la investigación civil durante estos últimos veinte años ha cambiado la situación y ha acelerado considerablemente los procesos de innovación.

Por tanto, era necesaria una colaboración en su debida forma para poder acceder a las innovaciones o a las tecnologías disruptivas, cuya evolución es cada vez más rápida. El objetivo es desarrollar un ecosistema de innovación que facilite el acceso a las tecnologías emergentes en beneficio de los sistemas y de las aplicaciones del ministerio.

Big data, nube, blockchain, 5G, IoT, impresión 3D, robots, realidad aumentada y virtual… las nuevas tecnologías ofrecen múltiples posibilidades de aplicación en las distintas actividades de las Fuerzas Armadas, tal como demuestran las primeras iniciativas implementadas por la institución.

La blockchain de impresión 3D FIBR²EO, dirigida por la Estructura Integrada para el Mantenimiento en Condiciones Operativas de los Equipos Terrestres (SIMMT), en colaboración con la pyme Vistory y los fabricantes Nexter y Arquus, tiene como objetivo dotar a la cadena de mantenimiento de las capacidades de impresión 3D en beneficio de la producción en el territorio nacional o en un teatro de operaciones de piezas de recambio para los equipos terrestres.

Pero la revolución digital de las Fuerzas Armadas también afecta a los fondos marinos, tal como refleja el anuncio realizado el 14 de febrero de 2022 por Florence Parly de dotar a la Armada, de aquí a 2025, de una pareja dron/robot capaz de descender a 6.000 metros de profundidad. Estos abismos se han vuelto altamente estratégicos, sobre todo porque los atraviesan cables digitales submarinos que permiten conectar un continente con otro.

De la administración al campo de batalla

En otro registro totalmente distinto, el proyecto Milistore se presenta como una tienda de aplicaciones que acompaña al soldado en su día a día. A través de su teléfono móvil, tiene acceso directo a todos los servicios digitales que le pueden ser útiles en su vida diaria: ciberseguridad, información sobre la vida de su unidad y sobre la actualidad del Ejército de Tierra, servicios para sus trámites diarios y competencias profesionales, etc.

Otra herramienta digital, en este caso destinada a los jefes de sección y a los comandantes de unidad, la TIC (Terminal Intradef du Cadre o Terminal Intradef del Mando), es una tableta táctil que cumple con las limitaciones sobre el terreno y con las normas militares, y permite acceder en todo momento a los datos relativos a los subordinados.

Está previsto que las aplicaciones operativas estrictamente militares sean cada vez más numerosas, de modo que la inteligencia artificial podrá pilotar sistemas de aeronaves respaldados por drones de combate interconectados en una nube ad hoc, como los sistemas de combate aéreo del futuro (SCAF), que se están estudiando en Europa desde hace aproximadamente una década.

El análisis de los datos mediante las técnicas del big data, el acceso en cualquier momento y en cualquier lugar a los datos operativos en tiempos extremadamente reducidos gracias a la nube, la ejecución por parte de robots autónomos de tareas arriesgadas para las personas, como la retirada de minas, o el almacenamiento de datos sensibles que garantizan una total trazabilidad a través de la blockchain son algunos ejemplos de las aplicaciones llamadas a transformar radicalmente la vida diaria de los soldados en un futuro próximo.

16/06/2022

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