Ir directamente al contenido de la página Ir a la navegación principal ir a investigar

Desde abril de 2023, y con la promulgación del decreto Building Automation and Control Systems, no hay otra opción para los edificios terciarios: deben contar con un sistema de gestión técnica de edificios y, en particular, de control de consumos energéticos. Pierre Megret, Smart Building Project Manager en VINCI Energies Building Solutions, detalla las disposiciones de este decreto. 

En un contexto marcado por la precipitación del cambio climático, la transición energética es más que nunca una prioridad para Francia, que ha emprendido una política de reducción de emisiones de CO2 con el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono en el 2050. El parque inmobiliario terciario, que representa por sí solo la tercera parte de la energía consumida en Francia, está, desde la ley Grenelle II de 2010, en el punto de mira de los legisladores. 

En la actualidad, un nuevo decreto obliga a este sector a intensificar sus esfuerzos en materia de sobriedad energética: el decreto BACS (Building Automation and Control Systems). Este texto, publicado en una primera versión el 20 de julio de 2020 y modificado el 7 de abril de 2023, va en la dirección del Dispositivo Ecoenergía Terciaria (DEET) del 2019, que impone reducciones de consumo para 2030, 2040 y 2050.  

La GTE, gran ausente en el parque de edificios de servicios 

Con el decreto BACS no se pretende imponer nuevos umbrales de disminución, sino acelerar el establecimiento de sistemas de automatización y control de las instalaciones técnicas, conocidos como “sistemas de gestión técnica de edificios” o GTE. En este sentido, responde a una necesidad urgente. Si bien el DEET se aplica al 81% del parque en Francia (los edificios de más de 1.000 m²), solo el 6% de estos cuentan con GTE. 

«En materia de automatización y de control de edificios, todo –o casi todo– está por hacer» 

Y lo que es peor: los expertos que intervienen en la ingeniería, la instalación y el mantenimiento de los sistemas coinciden en constatar que la gran mayoría de las herramientas de supervisión no funcionan, lo que equivale a decir que, en materia de automatización y de control de edificios, todo –o casi todo– está por hacer. 

¿A qué edificios afecta el decreto BACS? Mientras que en el DEET se tienen en cuenta criterios de superficie, el decreto BACS considera la potencia nominal de calefacción o refrigeración útil instalada. 

Así pues, todos los edificios no residenciales (oficinas, comercios, hoteles, centros de enseñanza, establecimientos sanitarios y edificios públicos) de nueva construcción que puedan producir más de 70 kW deberán disponer de GTE a partir del 8 de abril de 2024. En cuanto al parque existente, los edificios cuya potencia supere 290 kW deberán disponer de GTE a partir del 1 de enero de 2025 y los que puedan producir una potencia superior a 70 kW, a partir del 1 de enero de 2027.  

Los sistemas que se deben instalar afectan a todos los equipamientos que puedan tener un impacto directo en los consumos energéticos: calefacción, refrigeración, ventilación, agua caliente sanitaria, iluminación, producción de energía, o cualquier otro dispositivo que incluya uno o varios de esos sistemas. 

Obligación de medios, no de resultado 

Aunque del decreto BACS se deriva una obligación legal, se trata de una obligación de medios, y no de resultado. Por tanto, el decreto está encaminado a orientar las estrategias de sobriedad para alcanzar determinados niveles de eficiencia, haciendo referencia a la norma NF EN ISO 52120-1, que clasifica los BACS en cuatro clases:  

  • La clase A corresponde a las funciones BAC y GTE con una eficiencia energética elevada. 
  • La clase B corresponde a las funciones BAC avanzadas y a determinadas funciones GTE.  
  • La clase C corresponde a las funciones BAC estándar.  
  • La clase D corresponde a las funciones BAC ineficaces desde el punto de vista energético. 

La obtención del decreto BACS es posible a partir del nivel C, pero únicamente las clases B y A permiten obtener la etiqueta de los certificados de ahorro energético (CEE). 

Desde 2023, el decreto exige una inspección periódica obligatoria de los sistemas de control entre cada dos y cinco años. Esta inspección no se limita a la instalación del sistema, sino que implica un control de su calibración y de su funcionamiento para garantizar el ahorro energético esperado. 

Competencias profesionales avanzadas 

Dada su complejidad, una GTE requiere competencias profesionales punteras en la materia. Para los propietarios de los equipamientos, sobre los que recae la responsabilidad jurídica de las gestiones para el cumplimiento de las disposiciones del decreto, el asesoramiento de un socio de confianza permitirá asegurar la transición energética de los edificios, acceder más rápido a las clases de eficiencia elevadas y obtener los correspondientes certificados. 

Para reducir el consumo energético de los edificios, manteniendo un control adecuado del presupuesto y garantizando el confort y la salud de sus ocupantes, hay que prever escenarios de uso sostenibles. La automatización, el control y la optimización de los equipamientos son requisitos indispensables para cualquier procedimiento relacionado con la eficiencia energética de los edificios. Ese es el sentido del decreto BACS. Era una necesidad urgente: no perdamos más tiempo. 

19/10/2023

Pierre Megret, Smart Building Project Manager, VINCI Energies Building Solutions